El parque

El parque es una flor penetrante, de sonrisa alegre

que saca su mejores trajes en primavera

para poder mostrar su belleza como una moza abrileña

que se prepara para que mayo,

con un beso,  te dé la bienvenida

por la mañana.

 

LA VIDA

 

La vida, mosaico de colores,

rojo, verde, azul, blanco...

estados de ánimo diferentes

según la época del año,

flor que cambia cada día

para mostrarnos su hermosura.

DESDE MI ESCRITORIO

MI ÚLTIMO PARTIDO

En este tu último partido
a disputar entre Pedro Muñoz y Argamasilla
a celebrar en el pabellón de la villa
porque tú así lo has pedido.

Son las siete de la tarde, 
das tu último quinteto,
demuestras que estás inquieto,
tu sensación está que arde.

Como aleros: Ana y Lucía.
Elian y Rocío como bases
ellas surtirán al equipo de buenos pases.
Y de pívot; Luz María.

Tu equipo marca la primera canasta
te quedas en mangas de camisa
se te nota con mucha prisa
aunque ellas tengan mucha casta.

Te desplazas de un lado a otro lado
das instrucciones a tus jugadoras
ellas son las portadoras
de que te sientas afortunado.

Sacas a las tres que tres faltan
Azahara, Pilar y Noelia.
Ellas no han salido todavía
Son las últimas que a la pista saltan.

Todas han intentado su cesto.
Termina el primer periodo, uno abajo
aunque el marcador vaya por debajo,
tienes que estar en tu puesto.

En el descanso das instrucciones
eres tú, convencido de lo que haces
las aleccionas para ser más eficaces 
y no pierdan sus ilusiones.

Enérgico, nervioso
como tantas veces ¿seguro?
en tu estado puro
por la banda correoso.

Hasta el final del partido
tus jugadoras han luchado
no te han dejado de lado
porque así lo han querido.

El encuentro ha terminado.
Recuerdas a tu jugadora ausente,
aunque Fátima no está presente,
no la has olvidado.

 

Saludos entre jugadoras de ambos conjuntos.
También de los dos entrenadores,
ellos han sido los conductores
de poder estar todos juntos.

Al final la fotografía del equipo alevín
Ángela, Melva, Natacha, Sheyla y Anaraida
Las cinco fueron de la partida
Y también contaste con Raquel, la benjamín.

La del equipo cadete a continuación
con las delegadas Elena y Llanos
todos juntando las manos
con gran satisfacción.

Después con todas las participantes en el partido
jugadoras de amarillo y blanco mezcladas
para siempre amigas declaradas
que a través del encuentro ha surgido.

El entrenador Pizarroso
deseó hacerse una a solas contigo
quiso ser fiel testigo
en un acto bondadoso.

Juan Manuel, tu compañero
Exclamó: ¡viva don Gregorio!
De pronto estalló el jolgorio
aunque todo con esmero.

Con emoción embargada
tu definitiva despedida
como el viejo elefante en el camino de ida
que encuentra su nueva morada.

DESDE MI ESCRITORIO

MI TESTAMENTO DEPORTIVO

¿Qué será de ti cuando abandones?
Echarás de menos esos viajes
a  los que,  tras tantos años, 
aún  te apegas.

Ya no disfrutarás de esos paisajes,
en  las canchas castellano-manchegas.
Ya no habrá más  entrenamientos
ni  partidos.
Treinta y dos años  de  baloncesto 
atrás quedan,
forjados   día a día.
Treinta y dos temporadas.
¿Habrá  melancolía?
Te respondo amigo poeta:
“Me quedarán mis variadas jugadas
Mis primeros equipos,
excelentes jugadores  
y   jugadoras
nacidos   en el  sesenta y seis…
Hago memoria de  ellos y
de los cientos que vinieron después.
Y también de  los tres clubes 
a los que tuve la fortuna de entrenar:
Socuéllamos,  Pedro Muñoz  y  Almoradiel.
No olvidaré los colegios, 
allí  enseñé minibasket: 
El Coso, Carmen Arias 
Y  María Luisa Cañas.

Recuerdo a  los  contrarios: entrenadores, 
dirigentes, árbitros…
A las decenas de clinics
con  grandes  entrenadores de baloncesto,
vastos  maestros.

Recuerdo el campeonato juvenil 
femenino de  España
en la ciudad de Vinaroz;
los cientos de partidos  que dirigí.
Y la concentración de perfeccionamiento técnico,
en el pueblo de Polanco.

Quedarán todas 
esas añoranzas: inolvidables, inalterables, insustituibles,
colmadas  de nostalgia. 
Toda una vida dedicada al baloncesto,
como el viejo río 
que  conquista su nuevo cauce”.

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